La llegada de un año nuevo siempre trae expectativa pero la misma es mucho mayor si nos encontramos en un destino nuevo y paradisíaco, como lo es Playa del Carmen. A la belleza propia del lugar, con su mar turquesa, sus palmeras altas y verdes y una arena blanca, se suma el destello de miles de fuegos artificiales que producirán sus estruendos a las doce en punto, mientras las copas se levantan en alto para brindar. Muchas personas disfrutarán de este espectáculo desde la terraza de su hotel, otras lo harán desde los restaurantes en donde hicieron su reserva pero también estarán quienes no se demorarán en sacarse los zapatos y salir corriendo a la playa, aprovechando el hermoso entorno en el que se encuentran.
La escena es realmente mágica porque fiel a la tradición en muchos lugares del mundo que cuentan con un clima benigno, muchos se visten de blanco, armonizando con el medio y buscando atraer buenas energías.
Los preparativos del festejo adoptan diferentes modalidades: algunos deciden quedarse en sus hoteles, especialmente quienes se alojan en un all inclusive ya que regresan de pasar de un día en el mar y luego, sólo deben alistarse y bajar para ser agasajados por el servicio contratado. En cambio, otros se reúnen en lugares más “cálidos”, en locales pequeños en donde se puede disfrutar de música tranquila y mayor privacidad. Aquellos que se hospedan en hostales y que viajaron solos, sin sus familias o con un puñado de amigos, no dudan en repartir tareas con los otros hospedados y se organiza una gran cena. Y de repente, aquello que en algún momento representó un temor de pasar solo el Año Nuevo, se evapora al descubrir la simpatía de compartir un momento importante, con gente desconocida pero que también tiene ganas de festejar.
La Quinta Avenida es el punto de reunión y ya desde temprano se empieza a percibir el movimiento, incluso algunos empiezan los festejos desde la caída del atardecer y ni siquiera regresan al hotel a cambiarse. En ese ir y venir, se pueden distinguir todo tipo de viajeros: algunos vestidos con gran lujo y glamour, otros prefieren andar más relajados, de shorts y calzado bajo, fieles el estilo del destino, y otros no dudan en expresar la algarabía, ataviados con cotillón, llenos de brillantina y haciendo un poco de ruido con silbatos. ¡En Playa del Carmen, todo es válido! Ya que lo único que importa es sentirse a gusto.
Por supuesto, a medida que avance la noche, los antros y bares se irán poblando de aquellos que quieren empezar a vivir su año a pleno, de aquellos que no piensan llenar sus minutos de sueño sino de baile, amigos y tragos. La música a todo volumen de los Djs, así como algunos espectáculos especiales también aportan su condimento al primer día del año.
Vivir la magia de Año Nuevo en Playa del Carmen, uno de los mejores destinos del Caribe Mexicano, sin dudas será uno de los recuerdos imborrables de toda tu vida. “Playa”, como se la conoce, es el escenario perfecto para compartir con los seres queridos y recibir el 2015 colmados de felicidad. ¡A celebrar!