Entre la exuberante vegetación de la selva yucateca emerge gloriosa e imponente una de las ciudades abandonadas más importantes de la historia de México y América Latina: Chichén Itzá, el asentamiento con mayor poderío de todo el imperio maya a finales del Periodo Clásico y a comienzos del Postclásico. Fue entre 600 y 900 d.C. que este sitio se convirtió en uno de los principales centros políticos de la región del Mayab. Esta fascinante zona arqueológica ha sido reconocida en 1988 como Patrimonio de la Humanidad y el Templo de Kukulkán, como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. ¿Qué esperas para venir a disfrutar del misterioso mundo maya?
Chichén Itzá fue fundada en el año 525 d.C y fue establecida por los chanes de Bacalar como la capital del Gobierno. Las obras de arte arquitectónico son el mayor testimonio del gran desarrollo alcanzado por los mayas en materia de arquitectura, cálculo, ingeniería y astrología. Cuando te encuentres en esta ciudad, que te llevará a realizar un viaje en el tiempo, no dejarás de preguntarte cómo, ¡cómo es posible que hayan logrado levantar un imperio de estas características!
En sus épocas de esplendor esta ciudad maya tuvo más de 50000 habitantes y, actualmente, los descendientes de los sabios que habitaron estas tierras sagradas aún siguen viviendo allí. Quizá ya no se realicen más juegos de pelotas ni se utilice el cenote sagrado para la realización de ofrendas, pero lo que sí persiste es esa capacidad ancestral de producir materia prima en arte: entre ladrados y tejidos, ¡descubre cómo se expresan los habitantes de Chichén Itzá!
Dicen que fue Ixchel, la Diosa del Amor y la Fertilidad, quien les otorgó a las mujeres mayas el don de tejer. En sus vestimentas podían apreciarse distintos dioses sagrados, los mismos que también habían sido elaborados en cerámica para ser alabados y para adornar los templos sagrados.
Los tejidos mayas son, realmente, una obra de arte que combina diseño, calidad y exclusividad. Los colores intensos como los rojos, verdes, amarillos, violetas, azules y rosados, se combinan a la perfección en los huipiles, ruanas, chalinas, hamacas y abrigos. A diferencia de muchas otras vestimentas utilizadas por otros pueblos ancestrales, la de los mayas tiene la peculiaridad de poseer figuras místicas y religiosas. Cada pieza de vestir representa una historia, un enfrentamiento celestial y un paso al inframundo; es ésta característica la que convierte a los textiles mayas en piezas únicas en el mundo. ¿Una obligación? Traerse de recuerdo una hamaca. ¿Sabías que las mismas eran muy utilizadas porque, a diferencia de una cama, permitían el paso de la ventilación?
En Chichén Itzá encontrarás también, todo tipo de artesanía maya. Objetos de cerámica, en madera, joyas y mucho más.
Disfruta descubriendo lo único que ha quedado vivo de aquella civilización tan importante, disfruta de la cultura que no ha podido ser silenciada ni con el pasar de decenas de siglos, ¡ven a conocer cómo viven los descendientes de los sabios mayas en Chichen Itzá!